Las fuerzas de seguridad deben adoptar medidas urgentes para evitar más derramamientos de sangre, ha declarado Amnistía Internacional mientras se dispersaba ayer en El Cairo una acampada de partidarios de Morsi. La organización está trabajando en el terreno para verificar los abusos que puedan haberse cometido."Parece que las autoridades han roto su promesa de emplear medios letales sólo como último recurso para dispersar a quienes protestan. Las fuerzas de seguridad egipcias han empleado con demasiada frecuencia en ocasiones anteriores la fuerza excesiva contra manifestantes, con consecuencias catastróficas", ha afirmado Philip Luther, director del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional."Las fuerzas de seguridad tienen el deber de prevenir que se produzcan más muertes. Esta debe ser una prioridad inmediata."Según las informaciones, también se ha restringido el acceso al hospital principal de la zona próxima a la acampada de Rabaa al Adawiya."Como medida inmediata, todos los manifestantes heridos deben tener acceso sin trabas a la atención médica. Las autoridades deben garantizar también la salida sin riesgos de cualquier persona que desee abandonar la acampada", ha dicho Philip Luther.Más de 200 personas han muerto durante los enfrentamientos y otros actos de violencia política habidos desde el derrocamiento del presidente Mohamed Morsi tras las manifestaciones multitudinarias de junio.