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Cómo la incorporación de normas de derechos humanos al Tratado sobre el Comercio de Armas puede ayudar a proporcionar seguridad real

Una norma viable de derechos humanos para el Tratado sobre el Comercio de Armas

Las transferencias irresponsables de armas que tienen lugar en todo el mundo destruyen vidas y medios de vida. Cientos de miles de personas mueren cada año a consecuencia de actos previsibles y reiterados de violencia armada, exacerbados por la escasa regulación del mercado mundial de armas convencionales. Este mercado del terror también contribuye a que otros cientos de miles de hombres, mujeres, niños y niñas sufran heridas, violaciones, desplazamiento, empobrecimiento y negación de otros derechos -económicos, sociales, culturales, civiles y políticos- consagrados en el derecho internacional.

Un Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA) efectivo será aquel que ayude a proteger la vida, los medios de vida y los derechos de las personas. Deberá salvaguardar la capacidad de los Estados de vender, adquirir y poseer legítimamente armas para garantizar su seguridad, el cumplimiento de la ley y el derecho de legítima defensa, de conformidad con el derecho internacional y las normas sobre buenas prácticas. Sin embargo, para garantizar la verdadera seguridad, el TCA deberá asimismo impedir que los Estados transfieran armas internacionalmente a lugares en los que existe un riesgo sustancial de que se usen para cometer violaciones graves del derecho internacional humanitario o de las normas internacionales de derechos humanos, cuya protección forma parte de las obligaciones internacionales de los Estados. Un TCA efectivo será también aquel que impida las transferencias internacionales de armas a lugares en los que exista un riesgo considerable de que dichas armas faciliten actos reiterados de violencia, como ataques terroristas, violencia de género, delitos violentos y delincuencia organizada, o de que pongan graves obstáculos a la reducción de la pobreza o al desarrollo socioeconómico.

Unos pocos Estados están intentando minar la incorporación de estas normas basadas en el derecho internacional y limitar los tipos de armas convencionales que deberían incluirse en el ámbito de aplicación del TCA. Estas iniciativas ponen en peligro los esfuerzos de la mayoría de los Estados de establecer un tratado con normas que contribuyan verdaderamente a la seguridad.

Este documento se centra en una tarea fundamental de la evaluación de riesgos: en concreto, analiza el riesgo de que las transferencias internacionales de armas convencionales se usen para cometer violaciones graves del derecho internacional humanitario y de las normas internacionales de derechos humanos. Presenta las voces y las experiencias de personas y comunidades sometidas a abusos graves, persistentes y sistemáticos contra los derechos humanos y a crímenes de guerra alimentados por el suministro irresponsable de armas. Muestra de qué modo las evaluaciones de riesgos rigurosas por parte de los Estados pueden impedir que las armas fomenten estos abusos. Asimismo, ilustra los tipos de armas y material empleados para cometer tales abusos que deben incluirse en un TCA capaz de proporcionar seguridad real.