Cada año, decenas de personas trans son amenazadas, atacadas, asesinadas e impedidas de ejercer sus derechos humanos debido a la violencia, la discriminación y la falta de un documento que refleje su real identidad. Muchas de ellas no pueden continuar con sus estudios, conseguir un trabajo digno, acceder a una atención en salud de manera integral que atienda sus necesidades, ni tener una vivienda adecuada. Todo esto las coloca en una situación de mayor vulnerabilidad.
El no reconocimiento de su identidad significa muchas veces el no reconocimiento de su existencia. Esto tiene que parar.
Ante la inexistencia de un proceso administrativo que le permita a las personas trans obtener la documentación adecuada, muchas de ellas deben someterse a un engorroso proceso judicial que puede significar al menos dos años de trámites engorrosos, gastos significativos que impactan severamente en sus economías, así como la exposición a tratamiento estigmatizante de parte de funcionaries judiciales y administrativos. En muchos casos se exigen pruebas psicológicas e incluso cirugías de reasignación sexual como elementos de convicción para lograr una sentencia favorable.
Lo más graves es que cuando logran una sentencia favorable, el RENIEC en lugar de otorgar el derecho reconocido en instancia judicial, apela a esta decisión con argumentos contrarios al libre e indiscriminado ejercicio de los derechos humanos de todas las personas.
No seas indiferente, pidamos a nuestras autoridades para que el derecho a la identidad de la población trans debe ser otorgado de manera libre y oportuna, sin que tenga que acudir a los tribunales para ello.
Firma nuestra petición.
Únete.
Cada año, decenas de personas trans son amenazadas, atacadas, asesinadas e impedidas de ejercer sus derechos humanos debido a la violencia, la discriminación y la falta de un documento que refleje su real identidad. Muchas de ellas no pueden continuar con sus estudios, conseguir un trabajo digno, acceder a una atención en salud de manera integral que atienda sus necesidades, ni tener una vivienda adecuada. Todo esto las coloca en una situación de mayor vulnerabilidad.
El no reconocimiento de su identidad significa muchas veces el no reconocimiento de su existencia. Esto tiene que parar.
Ante la inexistencia de un proceso administrativo que le permita a las personas trans obtener la documentación adecuada, muchas de ellas deben someterse a un engorroso proceso judicial que puede significar al menos dos años de trámites engorrosos, gastos significativos que impactan severamente en sus economías, así como la exposición a tratamiento estigmatizante de parte de funcionaries judiciales y administrativos. En muchos casos se exigen pruebas psicológicas e incluso cirugías de reasignación sexual como elementos de convicción para lograr una sentencia favorable.
Lo más graves es que cuando logran una sentencia favorable, el RENIEC en lugar de otorgar el derecho reconocido en instancia judicial, apela a esta decisión con argumentos contrarios al libre e indiscriminado ejercicio de los derechos humanos de todas las personas.
No seas indiferente, pidamos a nuestras autoridades para que el derecho a la identidad de la población trans debe ser otorgado de manera libre y oportuna, sin que tenga que acudir a los tribunales para ello.
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