Los derechos humanos, la igualdad, la implementación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing y la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio no podrán avanzar mientras determinados grupos sean estigmatizados, marginados y sometidos a discriminación y violencia. Al oponernos a las tácticas coactivas, como propagar mitos o infundir miedo, debemos reconocer, abrazar y celebrar la diversidad de la especie humana. Hacer menos es un insulto a los cimientos del sistema de la ONU.