Audrey Gaughran, directora del Programa Regional para África de Amnistía Internacional. La industria petrolera lleva decenios causando una contaminación generalizada de la tierra y el agua en el delta del Níger, Nigeria, que ha quebrantado la capacidad de la población para pescar y labrar la tierra y ha puesto en peligro su salud.Hace ya varios años que trabajo en la campaña de Amnistía Internacional para instar a Shell y al gobierno de Nigeria a abordar el impacto de la contaminación por petróleo en los derechos humanos en el delta del Níger.Este mismo mes tuve la oportunidad de debatir con Shell sobre este asunto.El intercambio se centró en dos importantes vertidos de petróleo que tuvieron lugar en 2008 en una ciudad llamada Bodo. Durante el debate, Shell hizo algunas afirmaciones totalmente nuevas sobre el desastre de Bodo. Como sucede con muchas de sus declaraciones anteriores en relación con este caso, estas nuevas afirmaciones no se sostienen.Los dos vertidos de Bodo fueron causados por fugas en los oleoductos de Shell, y en ambos casos se dejó que el petróleo se derramara durante 10 semanas antes de que Shell hiciera acto de presencia en el lugar de los hechos para poner fin a los vertidos.Durante el debate en la
telemartón de la radiotelevisión noruega (NRK) que tuvo lugar este mismo mes, Shell afirmó que los vertidos de petróleo que tuvieron lugar en Bodo en 2008 duraron sólo tres y siete días, respectivamente.Este "hecho" se contradice con todas las pruebas existentes.Los informes de la investigación sobre los vertidos de petróleo de Bodo, compilados por Shell, indican que el primer vertido comenzó el 5 de octubre de 2008, fecha cuestionada por la comunidad y por el organismo regulador del gobierno, que señalan el 28 de agosto de 2008 como fecha de inicio.El mismo informe indica que la investigación sobre el vertido tuvo lugar más de un mes después, el 7 de noviembre de 2008, fecha en la que el petróleo seguía derramándose, como puede comprobarse en el
video de la investigación.En el segundo vertido se hizo constar como fecha de inicio el 7 de diciembre de 2008, y la investigación, que incluyó la detención del derrame de petróleo, se llevó a cabo más de dos meses después, entre el 19 y el 21 de febrero de 2009.¿Cómo se puede hablar de tres o de siete días?En un intento de respaldar esta afirmación totalmente nueva y extraña, el representante de Shell afirmó que su empresa cortó los flujos de petróleo cuando se informó de los vertidos.En los cuatro años transcurridos desde que se produjeron los vertidos, es la primera vez que Shell hace esta afirmación.Y si el flujo de petróleo se cortó, ¿cómo es posible que exista material de vídeo que muestra que el petróleo seguía derramándose el 7 de noviembre de 2008, cuando Shell se presentó en el lugar de los hechos para reparar el oleoducto?Las afirmaciones anteriores de Shell en relación con Bodo tampoco concuerdan con la evidencia. Por ejemplo, la empresa ha negado que una gran cantidad de petróleo se vertiera en Bodo.Pero la
evaluación independiente que obtuvimos sobre la velocidad a la que el petróleo salía a borbotones del oleoducto mostró que Shell calculó muy a la baja la cantidad del primer vertido.Shell afirma también que ha limpiado los vertidos. Sin embargo, esta afirmación es cuestionada por
material de vídeoque incluye imágenes que muestran con claridad que Bodo continúa contaminado, junto con testimonios de la comunidad.Shell ha afirmado que los daños causados en Bodo se deben a vertidos de petróleo posteriores causados por sabotajes y actos de robo. Amnistía Internacional ha solicitado pruebas que sustenten estas afirmaciones pero no ha recibido respuesta.La población de Bodo vive en una situación intolerable. La contaminación causada por la empresa ha menoscabado su derecho humano a la alimentación, la salud y un medio de subsistencia, pero no ha podido obtener justicia en Nigeria. Ahora ha llevado su caso a los tribunales de Reino Unido.Amnistía Internacional mantiene el compromiso de trabajar con las comunidades como Bodo, para que las víctimas de abusos cometidos por las empresas puedan competir en igualdad de condiciones con el extraordinario poder de las empresas. La telemaratón noruega está ayudando a apoyar esta importantísima labor.