Al menos 480 civiles han muerto desde que Boko Haram aumentó de manera significativa sus ataques en Camerún y comenzó a matar deliberadamente a civiles en atentados suicidas con explosivos, ha manifestado Amnistía Internacional hoy.
El miércoles 29 de junio por la noche, seis personas resultaron muertas al hacer explotar un muchacho una bomba en Djakana, distrito de la localidad de Limani, situada en el norte del país, cerca de la frontera nigeriana. El atacante murió en el acto. Cinco personas que sufrieron heridas murieron posteriormente en el hospital.Este terrible atentado suicida con explosivos no es más que el más reciente de una sucesión de ataques contra civiles, y demuestra una vez mas el absoluto desprecio de Boko Haram por la vida humana. Ilustra la amenaza que representa Boko Haram en la región camerunesa de Extremo Norte y en toda la zona del lago Chad", ha señalado Alioune Tine, director regional de Amnistía Internacional para África Occidental y Central."Las fuerzas de seguridad camerunesas deben tomar todas las medidas legítimas necesarias para proteger a la población civiles de estos ataques a la vez que garantizan el respeto de los derechos humanos. Los responsables de abusos contra los derechos humanos y delitos de derecho internacional deben ser llevados ante la justicia, para que sean sometidos a un juicio justo y en el que no se imponga la pena de muerte.Desde julio de 2015 hasta julio de 2016, Boko Haram ha llevado a cabo al menos 200 ataques, entre ellos casi 40 atentados suicidas con explosivos perpetrados en la región camerunesa de Extremo Norte, que han matado a 480 personas como mínimo. Boko Haram efectuó el primero de estos ataques en Camerún el 12 de julio, en Fotokol, donde mató a 13 civiles y 2 militares.