La decisión adoptada hoy por un tribunal holandés sobre la responsabilidad de Shell en la contaminación del delta del Níger muestra que la justicia es posible, aunque sumamente difícil de alcanzar cuando se trata de una enorme multinacional, ha declarado Amnistía Internacional."Sin duda es una buena noticia que uno de los demandantes del caso lograse superar todos los obstáculos para alcanzar algo que se acerca a la justicia", ha afirmado Audrey Gaughran, directora del Programa Regional para África de Amnistía Internacional."El tribunal declaró que Shell tenía la obligación de cuidar en lo que se refiere a prevenir la manipulación de sus oleoductos."Sin embargo, el hecho de que se hayan desestimado las peticiones de los demás demandantes pone de relieve la existencia de obstáculos muy serios para que la población del delta del Níger acceda a la justicia cuando la contaminación por petróleo está destruyendo sus vidas."Dadas las dificultades realmente serias que conlleva presentar estas demandas, la importancia de la resolución de hoy es que se ha impuesto un demandante que obtendrá una indemnización por daños"Es evidente que los gobiernos deben tener en cuenta los enormes obstáculos que afrontan los demandantes, especialmente cuando llevan ante los tribunales a una gran compañía petrolera."Amnistía Internacional ha documentado la contaminación generalizada por petróleo en el delta del Níger, que menoscaba gravemente los derechos humanos de los habitantes de la región.