La condena de siete años de prisión que un tribunal chino ha impuesto a la respetada periodista Gao Yu es una afrenta a la justicia y un atentado a la libertad de expresión, ha manifestado Amnistía Internacional hoy.
Gao Yu, de 71 años, ha sido declarada culpable por un tribunal de Pekín del cargo falso de "revelar secretos de Estado". Su juicio se celebró en noviembre a puerta cerrada. Su abogado ha dicho que va a apelar contra la condena.
"Esta deplorable condena impuesta a Gao Yu no es más que pura persecución política de las autoridades chinas. La periodista es víctima de un legislación arbitraria e imprecisa sobre el secreto de Estado, que se utiliza contra los activistas en el marco del ataque de las autoridades a la libertad de expresión", ha señalado William Nee, investigador de Amnistía Internacional sobre China.
"Gao Yu es presa de conciencia, encarcelada únicamente por cuestionar las opiniones del gobierno. Debe ser puesta en libertad de inmediato y sin condiciones."
El gobierno no ha revelado ningún dato sobre el presunto "secreto de Estado" que se acusa a Gao Yu de haber revelado, aparte de que se trata de un "documento". En general se piensa que es un informe ideológico interno del Partido Comunista, conocido como "Documento no. 9".
En ese documento, la libertad de prensa y "valores universales" como la libertad, la democracia y los derechos humanos son objeto de duros ataques.
"El documento del que se acusa a Gao Yu de filtrar no puede clasificarse razonablemente como secreto de Estado legítimo -ha añadido William Nee-. Para enorme vergüenza de las autoridades, Gao Yu ha puesto en evidencia la absoluta hostilidad del Partido Comunista hacia los derechos humanos, y es por ello que se la castiga severamente."
"La agresión a los derechos humanos manifiesta en el Documento no. 9 no es más que un plan de acción del gobierno chino. Es una de las peores campañas de represión emprendida contra los activistas de los derechos humanos en más de un decenio."
El juicio injusto de Gao Yu estuvo plagado de irregularidades reiteradas, como la negación al principio del acceso a un abogado.
En mayo del año pasado, la cadena estatal de televisión CCTV emitió una "confesión" de Gao Yu. Sin embargo, sus abogados afirman que fue una declaración conseguida ilegalmente, pues las autoridades habían detenido también a su hijo y ella se sentía amenazada y bajo intensa presión psicológica en ese momento. Tampoco sabía que la confesión iba a televisarse.
"La "confesión" televisada de Gao Yu no prueba nada, y sólo pone de relieve el hecho de que tenía muy pocas probabilidades de ser sometida a un juicio justo", ha afirmado William Nee.