Bloquear motores de búsqueda, cobrar un dineral por usar Internet, torturar a activistas para conseguir sus contraseñas de Facebook y Twitter, aprobar leyes para controlar lo que la gente puede y no puede decir en línea.Son solo algunos de los métodos utilizados por los Estados, de China a Siria, de Cuba a Azerbaiyán, para impedir que periodistas, blogueros y activistas hablen sobre abusos contra los derechos humanos.En algunos países, criticar a las autoridades por Internet es tan peligroso que, según Reporteros sin Fronteras, 2011 fue el año más mortífero para los ciberactivistas: varios internautas fueron víctimas de homicidio en Bahréin, México, India y Siria.Pero periodistas, blogueros y activistas se las están ingeniando para esquivar los controles sobre Internet y garantizar que sus voces lleguen a millones de personas en todo el mundo."La apertura del espacio digital ha permitido a los activistas apoyarse mutuamente en la lucha por los derechos humanos, la libertad y la justicia en todo el mundo" ha afirmado Widney Brown, directora general de Derecho Internacional de Amnistía Internacional."Los Estados están atacando a los periodistas y activistas en línea porque saben que estas valientes personas saben aprovechar eficazmente Internet para desafiarlos. Debemos resistir a todo intento de los gobiernos de menoscabar la libertad de expresión."