El secretario general de Amnistía Internacional, Salil Shetty, ha pedido a los gobiernos que cumplan su promesa de poner fin a la circulación de armas convencionales y municiones que fomentan las atrocidades y los abusos, una vez superado el hito de 100 Estados que han firmado el histórico Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA).En una reunión de ministros de gobierno y altos cargos públicos -entre ellos el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon- celebrada el miércoles en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, Shetty contó que el largo camino recorrido por Amnistía Internacional para conseguir la adopción del tratado había empezado en 1993. Explicó que la organización seguiría "desafiando al mayor número posible de Estados para que se atengan al compromiso de aplicar sin demora y con rigor este Tratado sobre el Comercio de Armas capaz de salvar vidas"."Es alentador el impulso político sobre el tratado, pero no vamos a quedarnos aquí sentados otros 20 años preguntándonos cómo evitar que las armas alimenten las crisis en países de todo el mundo", dijo Shetty.El miércoles firmaron el tratado 20 países más, entre ellos Estados Unidos, el mayor proveedor de armas del mundo. En menos de cuatro meses, 108 países han firmado el tratado y 7 ya lo han ratificado. Cuando lo hayan ratificado 50 Estados, su entrada en vigor tendrá lugar en breve plazo.Shetty calificó la firma por parte de Estados Unidos de "hito en la lucha para poner fin a la circulación de armas convencionales y municiones que fomentan las atrocidades y los abusos."Estados Unidos suministra armamento a más de 170 países y su trayectoria ha sido irregular en cuanto a la suspensión de suministros de armas por motivos de derechos humanos.Los otros países que firmaron ayer son Bosnia y Herzegovina, Chad, Colombia, República Democrática del Congo, Ghana, Mongolia, Perú, Filipinas, Sierra Leona y Sudáfrica.Además, Costa Rica y Trinidad y Tobago ratificaron el tratado el miércoles.Al menos 500.000 personas mueren cada año por término medio y varios millones más sufren desplazamientos y abusos a causa del conflicto y la violencia armada.El Tratado sobre el Comercio de Armas prohíbe a los Estados transferir armas convencionales a países en los que sepan que esas armas se utilizarán para cometer o facilitar actos de genocidio, crímenes contra la humanidad o crímenes de guerra.Según los términos del tratado acordado en abril, los gobiernos tienen la obligación de realizar una rigurosa valoración del riesgo sobre las exportaciones y de denegar la autorización si existe un "riesgo fundamental" de que las armas puedan usarse para cometer o facilitar violaciones graves del derecho internacional de los derechos humanos o del derecho internacional humanitario.Amnistía Internacional lleva dos decenios haciendo campaña para conseguir unas normas globales sobre transferencias internacionales de armas que sean sólidas y jurídicamente vinculantes, a fin de frenar la circulación de armas convencionales y municiones que fomentan las atrocidades y los abusos.Millones de personas en todo el mundo han pedido a los gobiernos que acuerden un tratado que sirva realmente para proteger vidas.Salil Shetty mencionó la necesidad de dar prioridad a la participación de las mujeres en todos los esfuerzos dirigidos a combatir y erradicar el comercio ilegal de armamento.Pidió a los gobiernos que adoptaran todas las medidas necesarias para "garantizar que los civiles -mujeres y niñas incluidas- que han sufrido violencia relacionada con las armas, incluidos actos de violencia sexual y violencia basada en el género, pueden ejercer su derecho a obtener verdad, justicia y reparación".Si desean consultar la lista completa de firmas y ratificaciones del Tratado sobre el Comercio de Armas, hagan clic
aquí.