La muerte de más de 1.000 refugiados y migrantes sólo esta semana en el Mediterráneo ha impulsado a la Comisión Europea y a los ministros de Interior y Asuntos Exteriores a reconocer finalmente la necesidad de abordar con urgencia las deficiencias en materia de búsqueda y rescate; así lo ha afirmado Amnistía Internacional hoy, tras el anuncio de una reunión convocada de urgencia en Luxemburgo.
Aunque marca un cambio positivo respecto a la política anterior de negación y retórica vacía, la organización advierte de que la dificultad estará en los detalles. El alcance del área de operaciones, los recursos y activos aportados para las operaciones de búsqueda y rescate y el momento de hacerlo serán fundamentales para determinar si se salvarán vidas.
"La cumbre urgente del jueves será la prueba de fuego sobre el compromiso de Europa con el salvamento de vidas en el Mediterráneo. Ahora las palabras deben dar paso a acciones concretas, especialmente en forma de una sólida operación multinacional europea de búsqueda y rescate", ha afirmado Iverna McGowan, directora en funciones de la Oficina de Amnistía Internacional ante las Instituciones Europeas.
"Finalmente, el sentido de la urgencia ha llevado a actuar a los gobiernos europeos y a las instituciones de la UE, al menos sobre el papel. Ya no puede ser un discurso retórico. Ahora corresponde a Europa actuar urgentemente con arreglo a sus compromisos, en concreto estableciendo una completa flotilla de búsqueda y rescate, con apoyo aéreo adicional si fuera necesario. Sólo con esta medida ya se reducirá el número de muertes", ha dicho John Dalhuisen, director del Programa de Amnistía Internacional para Europa y Asia central.