La decisión de una corte de no liberar a una mujer obligada a pasar una década tras las rejas después de un aborto espontáneo en El Salvador es un escandaloso paso hacia atrás por la justicia, dijo Amnistía Internacional.
Teodora vio nacer a su bebé muerto en 2007, después de la aparición rápida de dolores graves mientras estaba en el trabajo. La policía la detuvo mientras yacía en un charco de sangre.
Más tarde fue sentenciada a 30 años por "homicidio agravado" en virtud de la prohibición total de abortos de El Salvador.
El juicio se vio empañado por irregularidades.
"La trágica historia de Teodora es una triste imagen de todo lo que está mal con el sistema de justicia en El Salvador, donde los derechos humanos parecen ser un concepto extraño", dijo Erika Guevara-Rosas, directora de América de Amnistía Internacional.
"En lugar de castigar a Teodora por ser mujer, las autoridades en El Salvador deben analizar con urgencia su escandalosa ley antiabortista y tomar medidas inmediatas para derogarla".