Madhu Malhotra, directora del Programa sobre Género, Sexualidad e Identidad de Amnistía Internacional.Han pasado casi tres décadas desde que, en 1984, ocurrió una de las peores catástrofes corporativas de la historia: la devastadora fuga de gas de la fábrica de pesticidas de Bhopal en la India. Se calcula que la fuga causó la muerte de más de 22.000 personas y problemas de salud a otras 100.000. Pero lejos de estar olvidada, la fuga y las antiguas actividades de la fábrica siguen teniendo repercusiones hoy en los residentes de la zona.Cuando visité por primera vez Bhopal, me impresionó que el esqueleto de la fábrica siguiera en el centro de la ciudad, como un recordatorio visible y permanente del desastre para sus habitantes. El lugar, con los muros exteriores derruidos y su escasa seguridad, es fácilmente accesible para la población local. Se cree que hay unas 350 toneladas de residuos tóxicos dentro del emplazamiento. También se ha encontrado contaminación en el suelo y en las aguas subterráneas del lugar y sus alrededores.Las decenas de miles de supervivientes y sus familias todavía no han recibido una indemnización adecuada de Union Carbide Corporation (UCC), propietaria mayoritaria de la empresa india que explotaba la fábrica, ni del gobierno indio.Las investigaciones realizadas por Amnistía Internacional en diciembre de 2012 concluyeron que las mujeres de Bhopal están en la vanguardia de la lucha por la justicia. Desde que se produjo la fuga, las mujeres han denunciado problemas de salud graves y crónicos que incluyen trastornos ginecológicos y de la salud reproductiva. Otras me contaron que, tras la muerte de sus esposos y compañeros, o al estar ellos demasiado enfermos para seguir trabajando, son las únicas que mantienen a sus familias, al mismo tiempo que cuidan a los familiares enfermos."Es una agonía continua, física y mental, desde hace casi tres décadas -me dijo Hazra Bi, activista y superviviente de Bhopal-. Pero no abandonaremos la lucha por la justicia. Esto es algo que afecta a las generaciones futuras de Bhopal."En Amnistía Internacional, junto con nuestros socios locales e internacionales, llevamos muchos años haciendo campaña por la justicia para las víctimas y supervivientes de Bhopal. A menudo ha sido una lucha ardua, pero dos noticias recientes ofrecen algo de esperanza a las víctimas y supervivientes, a sus familias y a los residentes locales.El 23 de julio de 2013,
a un tribunal de Bhopal ordenó al gigante químico estadounidense Dow Chemical Company (Dow) que compareciera para explicar por qué su filial UCC, de la que es propietaria absoluta, ignora una y otra vez las citaciones judiciales en la causa penal en curso sobre el desastre. UCC está acusada de "homicidio involuntario no equivalente a asesinato".Aunque estos cargos penales se formularon en 1987, UCC ha hecho caso omiso de las reiteradas citaciones judiciales dictadas en la India. Dow es propietaria de UCC desde 2001, pero ha negado sistemáticamente su responsabilidad respecto de la responsabilidad de UCC en relación con Bhopal. La citación judicial ha sido una victoria de todos los que hacemos campaña por los supervivientes de Bhopal, y un importante paso adelante en los esfuerzos para asegurar la rendición de cuentas empresarial por el desastre.Luego, el 1 de agosto de 2013, el Centro para la Ciencia y el Medio Ambiente (CSE), organización de promoción e investigación de interés público con sede en Nueva Delhi,
dio a conocer su plan de acción para la rehabilitación medioambiental del emplazamiento de Bhopal y zonas circundantes.Los supervivientes y defensores de los derechos humanos han pedido una y otra vez a Dow/UCC y al gobierno indio que aborden el impacto medioambiental y para la salud que siguen teniendo las antiguas actividades de la fábrica. Pero pese a que numerosos estudios hallaron contaminación en el suelo y en las aguas subterráneas del emplazamiento y su entorno, se han adoptado pocas medidas efectivas para remediarla.El plan de acción del CSE abre la esperanza de que ahora se va a hacer algo. En abril de 2013, el CSE reunió a muchas de las organizaciones que habían estudiado la contaminación en Bhopal e informado de ella.Juntas, analizaron muchas de las cuestiones clave y, lo que es más importante, acordaron un plan de acción para proteger el emplazamiento, eliminar los residuos tóxicos y ocuparse de la contaminación del suelo y del agua subterránea.Aunque el plan de acción es una iniciativa no gubernamental, se acordó en colaboración con la Junta Central de Control de la Contaminación del Ministerio de Medio Ambiente y Bosques de la India. Por tanto, podría ser un paso enorme para asegurar que los habitantes de Bhopal pueden vivir, por fin, en un entorno limpio y saludable.Me marché de Bhopal con estas inspiradoras palabras de Rampyari Bai, de 85 años, activista y superviviente del desastre: "Lucharé por nuestros derechos y la justicia hasta mi último aliento para que no haya otro Bhopal en este mundo."Queda aún mucho por hacer, pero estas dos noticias son positivas y han sido recibidas con satisfacción. Dan esperanza a todos los que llevan luchando tanto tiempo por la justicia para los supervivientes de Bhopal, y por un medio ambiente que permita vivir sin riesgos a los residentes de hoy.