Anticipándose a las audiencias de ratificación en el Senado de los candidatos del presidente electo Donald Trump para formar su gabinete, que se celebrarán esta semana, Margaret Huang, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Estados Unidos, ha hecho la siguiente declaración:"Si estas personas son ratificadas en los cargos para los que han sido elegidas, sus decisiones afectarán a los derechos humanos de millones de personas, en Estados Unidos y en todo el mundo. Algunas han expresado opiniones muy preocupantes sobre la tortura, la discriminación y los gobiernos represivos. Es preciso preguntarles enérgicamente, y que se comprometan con la protección de los derechos humanos."La campaña del presidente electo Trump se ha caracterizado por una peligrosa retórica, y estos candidatos podrían recibir el encargo de transformar esa retórica en realidad. No podemos permitir que suceda."
La Sección Estadounidense de Amnistía Internacional ha expresado sus dudas sobre varios de los candidatos:
- Rex Tillerson, candidato a secretario de Estado, quien, como director ejecutivo de Exxon Mobile, ha mantenido estrechas relaciones comerciales con gobiernos represivos como los de Rusia, China y Guinea Ecuatorial. No ha aclarado si su relación con gobiernos que violan los derechos humanos refleja su filosofía empresarial o su visión del mundo.- Mike Pompeo, candidato a director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), quien ha defendido la tortura y afirmado que el antiguo programa de detención secreta y tortura de la CIA estaba "dentro de la ley".- El general James Mattis, candidato a secretario de Defensa, quien se ha manifestado a favor de mantener indefinidamente en Guantánamo a los detenidos que quedan allí.- El general John Kelly, candidato a secretario de Seguridad Nacional, quien podría rechazar -o aplicar- las políticas dirigidas a establecer un registro de musulmanes estadounidenses o a prohibir la admisión de refugiados que resulten ser musulmanes.- El senador Jeff Sessions, candidato a fiscal general, quien se ha posicionado en el lado equivocado en multitud de asuntos que reflejan el compromiso de Estados Unidos con los derechos humanos y el derecho internacional y, entre otras cosas, ha afirmado que está dispuesto a considerar prohibir la inmigración musulmana, oponerse a la igualdad en el matrimonio y combatir los esfuerzos dirigidos a mejorar los derechos de voto.