Tras el tercer día de ataques de presuntos individuos de extrema derecha contra las personas refugiadas en el campo de Souda de la isla griega de Quíos, Gauri van Gulik, directora adjunta del Programa de Amnistía Internacional para Europa, ha dicho:
"No puede permitirse que continúen perpetrándose impunemente estos terribles ataques contra personas refugiadas. Durante las últimas dos noches, presuntos individuos de extrema derecha han lanzado piedras y cócteles molotov contra el campo desde los muros del castillo, provocando lesiones y escenas de pánico. Al menos una persona refugiada ha resultado herida por una piedra esta misma tarde."
"La policía y las autoridades judiciales no sólo deben tomar medidas urgentes para investigar estos crímenes de odio y poner a sus autores a disposición judicial, sino que, ante la inminencia de la tercera noche, deben actuar para garantizar la seguridad de las personas refugiadas en la isla."
En una reunión sobre Quíos celebrada el 13 de noviembre, parlamentarios del partido de extrema derecha Amanecer Dorado pidieron que hubiera deportaciones.
Hasta el viernes por la mañana no se había detenido a ningún atacante del campo, situado en una zona céntrica cercana al puerto de Quíos. Un testigo contó a Amnistía Internacional: "No sé lo que pasará esta noche si vuelven a atacar y la policía no está presente. Tenemos mucho miedo."