El gobierno francés ha dado un paso que ayudará a relegar a la historia el centro de detención de Guantánamo, ha manifestado Amnistía Internacional hoy, 15 de mayo de 2009, tras acceder las autoridades francesas a ofrecer un hogar a un hombre liberado de Guantánamo tras siete años de detención ilegal. Lakhdar Boumediene, recluido sin cargos ni juicio en el centro de detención estadounidense de Cuba desde enero de 2002, ha llegado hoy a Francia."Otros gobiernos deben seguir el encomiable ejemplo de Francia y ofrecer protección a los detenidos de Guantánamo contra los que no se van a presentar cargos y no tienen dónde ir", ha manifestado Daniel Gorevan, jefe de proyecto de la campaña "Contra el Terror, Justicia" de Amnistía Internacional.
Debe de haber hasta 60 detenidos que no pueden ser devueltos a sus países respectivos, porque existe un riesgo real de que sufran tortura u otras violaciones graves de derechos humanos allí. Entre ellos figuran 17 uigures que continúan recluidos en Guantánamo a pesar de que los tribunales estadounidenses han ordenado dejarlos en libertad.
Amnistía Internacional reitera que todo detenido de Guantánamo contra el que no pese ningún cargo y no pueda ser devuelto legalmente a su país de origen o residencia habitual porque esté expuesto a sufrir tortura u otras violaciones graves de derechos humanos debe tener la oportunidad de ser liberado dentro del territorio continental estadounidense.
"Es lamentable que el mismo Estados Unidos continúe impidiendo esto -ha señalado Daniel Gorevan- Debe tomar rápidamente medidas para poner fin a las detenciones ilegales de Guantánamo, lo que incluye ofrecer a los detenidos liberados que no puedan ser devueltos legalmente a su país natal la oportunidad de vivir en el territorio continental estadounidense. De lo contrario se correrá el riesgo de menoscabar la buena voluntad de los gobiernos que podrían aceptar a tales detenidos".
Aunque Amnistía Internacional considera que la responsabilidad de poner fin a las detenciones de Guantánamo recae fundamentalmente en Estados Unidos, la organización pide también a otros gobiernos que ofrezcan protección humanitaria a estas personas para ayudarlas a superar su terrible experiencia y facilitar el cierre de Guantánamo.