Tanto las autoridades Dominicanas como Haitianas, así como las organizaciones y donantes internacionales, deben respetar los compromisos inicialmente formulados y las obligaciones que han contraído en virtud del Derecho Internacional de los Derechos Humanos respecto a garantizar que las personas migrantes haitianas y las personas dominicanas de ascendencia haitiana no son repatriadas o expulsadas y que sus derechos se respetan, protegen y se hacen realidad.
El drama de los "ciudadanos fantasmas"