15 grandes logros de Escribe por los Derechos
Nuestra maratón mundial de envío de cartas cumple 15 años y es más grande y mejor que nunca.
Empezó en Polonia con un chico
que quería impresionar a una chica. La conoció en un festival y ella le habló de eventos de 24 horas a los que había asistido en África, en los que la gente escribía a los gobiernos cartas de protesta. Inspirado por su historia, y deseando verla otra vez, la invitó a su grupo local de Amnistía y decidieron hacer lo mismo.
La idea se hizo muy popular y, en un año, Escribe por los Derechos se convirtió en un fenómeno mundial de envío de cartas. Estábamos en 2002. Hoy en día, Escribe por los Derechos es el mayor evento de derechos humanos del mundo, y hay motivos para ello. Durante estos años, la campaña ha ayudado a liberar al menos a 48 personas encarceladas indebidamente. 48 vidas renovadas y transformadas gracias a millones de acciones de personas como tú en prácticamente todo el mundo.
1. Albert Woodfox, Estados Unidos de América
Albert Woodfox, el último miembro encarcelado del grupo de los Tres de Angola quedó
finalmente en libertad en febrero de 2016. Pasó 43 años y 10 meses en régimen de aislamiento en una prisión estatal de Luisiana; al parecer, el mayor tiempo que nadie ha sobrevivido en régimen de aislamiento en Estados Unidos. “Nunca insistiré lo suficiente en lo importante que es recibir cartas de personas de todo el mundo —dijo Albert—. Me dieron un sentimiento de dignidad. Me dieron fuerza, me convencieron de que estaba haciendo lo correcto.” Simpatizantes de Amnistía Internacional llevaron a cabo más de 650.000 acciones pidiendo su liberación a través de la campaña Escribe por los Derechos. © Pierre-Yves Brunaud / Picturetank
2. Ales Bialiatski, Bielorrusia
En 2004, Ales Bialiatski, destacado defensor de los derechos humanos, fue liberado de un campo de trabajo en Bielorrusia. Su caso se incluyó en la campaña Escribe por los Derechos de 2012 y recibió 40.000 cartas de simpatizantes de Amnistía Internacional. “Os quiero dar las gracias sobre todo por el apoyo moral”, dijo
al quedar en libertad. “Era eso, las cartas que recibía de gente corriente, lo realmente importante allí, y quiero que les transmitan mi especial agradecimiento a sus activistas por ello.” © Amnistía Internacional República Checa
3. Birtukan Mideksa, Etiopía
La líder de la oposición etíope
Birtukan Mideksa fue excarcelada en octubre de 2010 después de que su caso fuera incluido en Escribe por los Derechos el año anterior. Cuando hablamos con ella en 2013 nos dijo: “La presión que ustedes ejercieron sobre el gobierno etíope resultó ser fundamental para mi liberación”. © Amnistía Internacional
4. Chelsea Manning, Estados Unidos de América
La denunciante de irregularidades Chelsea Manning quedó libre en mayo de 2017 después de que su pena de 35 años de prisión fuera reducida por el presidente saliente Barack Obama. En 2015 más de 250.000 personas escribieron pidiendo su liberación. Chelsea Manning
dijo: “Ojalá tuviera el tiempo y la capacidad de darles las gracias a cada uno de ustedes por la pequeña inyección de alegría que me daban con cada carta y cada postal”.
5. Yorm Bopha, Camboya
Yorm Bopha, activista por el derecho a la vivienda,
quedó en libertad en noviembre de 2013. Lideró protestas contra los intentos para echar a su comunidad de sus tierras y finalmente fue encarcelada por cargos falsos. Aunque nunca se retiraron los cargos contra ella, pudo regresar a su casa. “¡Gracias a los simpatizantes de Amnistía Internacional! —dijo—. ¡Su campaña ha tenido éxito, tal y como demuestra el hecho de que esté en libertad!” © LICADHO
6. Fred Bauma e Yves Makwambala, República Democrática del Congo
Los jóvenes activistas Fred e Yves fueron
puestos en libertad a finales de agosto de 2016 en República Democrática del Congo. Fueron 170.000 personas, cifra absolutamente increíble, quienes actuaron en su favor como parte de la campaña
Escribe por los Derechos. “Cada carta, cada visita, cada palabra nos ha fortalecido y ha reforzado nuestra voluntad en esta larga pero justa lucha por la libertad y la democracia”, dijo Yves. En 2016 también quedaron en libertad diez de sus compañeros y compañeras activistas, todos ellos miembros del movimiento juvenil LUCHA. © Particular
7. Jabbar Savalan, Azerbaiyán
El activista juvenil Jabbar Savalan, encarcelado en Azerbaiyán,
fue indultado y excarcelado en 2011, pocos días después de que llegaran al país las cartas de los activistas. Fue encarcelado por cargos falsos relacionados con las drogas después de atreverse a pedir protestas pacíficas contra el gobierno. “El apoyo que recibí fue tan grande que me sentí como si no estuviera en la cárcel”, dijo. © IRFS
8. Jabeur Mejri, Túnez
Jabeur Mejri fue
indultado en 2014 y puesto en libertad provisional tras la presión mundial de simpatizantes de Amnistía Internacional que se unieron a la campaña Escribe por los Derechos de 2013. Jabeur pasó dos años en prisión por publicar comentarios de Facebook considerados ofensivos para el islam. “Las cosas mejoraron cuando mi caso recibió más atención y algunos activistas y abogados me visitaron en la prisión”, dijo Jabeur. “El apoyo de Amnistía Internacional tuvo un gran impacto, estoy muy agradecido de vuestra campaña de sensibilización sobre mi caso, no sólo entre las personas activistas pero también entre la opinión pública tunecina.” © Particular
9. John Jeanette Solstad Remø, Noruega
En junio de 2016 acabó la lucha de Jeanette Solstad Remø por su derecho a ser reconocida como una mujer sin tener que comprometer su dignidad y sus derechos humanos. En junio, Noruega aprobó una nueva
ley que facilita a las personas transgénero el reconocimiento legal de su identidad de género mediante un procedimiento rápido, accesible y transparente. Mediante la campaña Escribe por los Derechos de 2014, miles de personas apoyaron la lucha de Jeanette que culminó en un cambio legal histórico que acabó con el vergonzoso legado de Noruega de requisitos invasivos que violan los derechos humanos. © KRB/AI
10. Jerryme Corre, Filipinas
Jerryme Corre pasó cuatro años en prisión tras ser capturado por la policía y torturado para confesar un crimen que no había cometido. Su caso, que se incluyó en la campaña Escribe por los Derechos de 2014, recibió el apoyo de 70.000 personas en todo el mundo y consiguió que las autoridades filipinas abrieran una investigación sobre las alegaciones de tortura de Jerryme contra un agente de policía. En marzo de 2016, el agente de policía Jerick Dee Jimenez fue declarado culpable de tortura y condenado a pena de prisión. También tuvo que pagar a Jerryme una indemnización por daños y perjuicios. Fue un fallo histórico sobre la tortura policial en
Filipinas —que condujo a la
primera sentencia condenatoria en virtud de la ley contra la tortura de 2009 de este país— después de tres años de enérgica campaña por parte de los y las activistas de Amnistía. © Amnistía Internacional
11. Moses Akatugba, Nigeria
Después de 10 años en la cárcel y más de 800.000 mensajes de activistas de todo el mundo, la vida de Moses Akatugba
se salvó en junio de 2015. Acusado falsamente de robar tres teléfonos móviles, fue torturado y condenado a muerte erróneamente cuando tenía 16 años. Fue indultado tras la presión ejercida por simpatizantes de Amnistía Internacional durante la campaña Escribe por los Derechos de 2014 y nuestra campaña Stop Tortura. “Los miembros y activistas de Amnistía son mis héroes —dijo Moses—. Prometo ser un activista de derechos humanos para luchar por otras personas.” © Miikka Pirinen / Amnistía Internacional Finlandia
12. Muhammad Bekzhanov, Uzbekistán
El periodista Muhammad Bekzhanov
fue puesto en libertad en febrero de 2017, tras pasar 17 años en prisión. Es uno de los periodistas que más tiempo ha estado en prisión en el mundo y recibió el apoyo de miles de personas en todo el mundo como parte de las campañas Escribe por los Derechos de 2016 y Stop Tortura.
13. Tun Aung, Myanmar
Tun Aung, preso de conciencia,
quedó en libertad en enero de 2015. El líder de la comunidad musulmana fue condenado a 17 años de prisión en 2012 por intentar calmar unos disturbios entre comunidades budistas y rohingyas en el estado de Rajine. En el contexto de la campaña Escribe por los Derechos de 2013, miles de personas escribieron cartas exigiendo su libertad. Tun Aung es ahora miembro de Amnistía Internacional. Dice: “Nunca olvidaré que fui una de esas personas por las que muchas otras participaron en Escribe por los Derechos. Contribuyó en gran medida a mi liberación final. Ahora yo escribo en favor de quienes todavía están en prisión por denunciar violaciones de derechos humanos”. © Particular
14. Valentina Rosendo e Inés Fernández
El gobierno mexicano finalmente aceptó la responsabilidad de la violación por unos soldados de Valentina Rosendo Cantú e Inés Fernández Ortega. Las dos mujeres fueron violadas por soldados del ejército mexicano en 2002. Desde entonces, se embarcaron en una incansable campaña para obtener justicia. Amnistía Internacional amplificó sus llamamientos a través de Escribe por los Derechos en 2011. “Sin vuestras cartas, vuestra acción y vuestra solidaridad no habríamos podido llegar a vivir este momento”, dijo Valentina. © Centro de Derechos Humanos de la Montaña de Tlachinollan
15. Yecenia Armenta, México
Yecenia Armenta fue
liberada de prisión en junio de 2016. Detenida el 10 de julio de 2012, fue golpeada, semiasfixiada y violada durante 15 horas de tortura hasta que finalmente se vio obligada a “confesar” que había participado en el asesinato de su esposo. Los y las simpatizantes de Amnistía realizaron unas 300.000 acciones en su favor como parte de nuestras campañas
Stop tortura y
Escribe por los Derechos. “Cuando recibo todas esas cartas que me dicen que no estoy sola —dijo—, me siento genial. Y pienso: ‘Sí, es verdad, no estoy sola’.” © Amnistía Internacional