Cuatro dirigentes indígenas asháninka de la Amazonia peruana han muerto a manos de presuntos madereros ilegales. Es probable que este ataque sea una represalia por el activismo de estos dirigentes contra la explotación maderera ilegal en sus tierras ancestrales. Sus familias y los demás miembros de la comunidad corren peligro.Los dirigentes indígenas Edwin Chota Valera, Jorge Ríos Pérez, Leoncio Quinticima Meléndez y Francisco Pinedo murieron el 1 de septiembre cuando viajaban desde la región de Ucayali, en la selva amazónica peruana, para asistir a una reunión convocada al otro lado de la frontera con Brasil para hablar sobre cómo combatir la explotación maderera ilegal en su comunidad. Todos ellos eran dirigentes de la comunidad indígena ashánika de Alto Tamaya-Saweto, en la región de Ucayali, cerca de la frontera con Brasil. Los cuatro murieron a manos de presuntos madereros ilegales.Edwin Chota Valera era un renombrado dirigente de la comunidad ashánika que luchaba por los títulos de propiedad de sus territorios ancestrales. Según la Organización Regional Aidesep Ucayali (ORAU), a la que pertenecía, el 3 de junio de 2014 Edwin Chota Valera encabezó una delegación de su comunidad a Lima, donde presentó una carta a la Presidencia del Consejo de Ministros. La carta exponía los problemas a los que se enfrenta la comunidad ashánika de Alto Tamaya-Saweto por no tener los títulos de propiedad de sus territorios ancestrales; entre otras cosas, habían recibido varias amenazas de muerte realizadas por madereros ilegales. La carta pedía asimismo a las autoridades que les brindaran protección adecuada.La Viceministra de Interculturalidad se encuentra actualmente en Pucallpa para coordinar la respuesta del Estado a los homicidios. También se han enviado policías para que recuperen los cadáveres e inicien una investigación sobre los homicidios. Los miembros de la comunidad han pedido protección inmediata, y una solución a largo plazo a la situación de inseguridad que están soportando.