En respuesta a la publicación, hoy, del informe anual del secretario general de la ONU, António Guterres, sobre medidas especiales de protección frente a la explotación y los abusos sexuales, Joanne Mariner, asesora general de Amnistía Internacional sobre respuesta a las crisis, ha manifestado: “El secretario general António Guterres reconoce con razón que los abusos sexuales de los integrantes de las operaciones de paz y otros miembros del personal de la ONU constituyen un mal cruel e inexcusable, que mancha la reputación de toda la organización. Amnistía Internacional acoge con beneplácito sus esfuerzos por instituir una amplia variedad de reformas para abordar mejor este azote.“Tras la investigación de Amnistía Internacional estamos convencidos de que la impunidad es un problema básico que fomenta los abusos sexuales. Son muy pocos los integrantes de operaciones de paz y otros miembros del personal de la ONU sospechosos de responsabilidad penal por delitos de violencia sexual que han llegado a enfrentarse a una amenaza real de enjuiciamiento criminal por los delitos cometidos. “Ante este hecho decepcionante, nos parece muy alentadora la propuesta del secretario general de dejar de pagar a los países que no investigan a tiempo las denuncias de abusos formuladas contra sus tropas y depositar ese dinero en un fondo fiduciario para ayudar a las personas supervivientes. Instamos al secretario general de la ONU a aprobar la propuesta para que los Estados miembros la pongan en práctica.
“Nos preocupa, no obstante, que no se ejerza aún presión suficiente sobre los Estados miembros para asegurar que se investigan y enjuician con garantías los casos de comisión de abusos sexuales.“Amnistía Internacional considera igualmente positivas otras medidas anunciadas por el secretario general, como la nueva orientación adoptada para empoderar a las víctimas de abusos, la aplicación de medidas de verificación de antecedentes del personal de la ONU más estrictas, la creación de un nuevo puesto dedicado a la promoción de los derechos de las víctimas, la prórroga del puesto de coordinador especial sobre la mejora de la respuesta de la ONU a la explotación y los abusos sexuales, el establecimiento de un “círculo de liderazgo” formado por jefes de Estado y la creación de una junta asesora especial compuesta de expertos y líderes de la sociedad civil que se ocupe de formular recomendaciones para prevenir tales abusos.“Esperamos colaborar con las Naciones Unidos y los Estados miembros para contribuir a garantizar que este amplio programa de reformas se lleva adelante con los recursos y la voluntad política necesarios.”
· La ONU debe abordar la falta sistemática de rendición de cuentas por abusos en operaciones de pais