El presidente de Facebook, Mark Zuckerberg, declarará hoy ante el Senado de Estados Unidos, después de admitir que se podrían haber compartido indebidamente los datos de hasta 87 millones de personas con la empresa Cambridge Analytica.
La relación de Cambridge Analytica con la campaña de Trump ha llevado la recolección de datos a los titulares, pero probablemente esta historia no sea más que la punta del iceberg. El escándalo que afecta a Facebook nos ha obligado a muchos a mirar de frente la realidad de cómo se recolectan y se comparten en Internet nuestros datos personales, y ha puesto de relieve los nuevos desafíos para los derechos humanos que han aparecido en la era digital. Así que, si te preocupa cómo se están usando tus datos personales, ¿qué puedes hacer al respecto? Lamentablemente, es casi imposible evitar del todo la recolección de datos. Muchos de nosotros dependemos de las redes sociales e incluso si nos indigna que Facebook no haya protegido nuestros datos, puede que no queramos borrar nuestra cuenta. Pero es posible limitar en qué medida pueden rastrearnos las empresas. He aquí nuestra guía de tres pasos a los principios básicos.
En primer lugar, es importante comprender quién está recolectando tus datos y por qué. Google, Facebook y Twitter son las empresas que más rastrean tus datos en Internet y, si usas sus servicios, tendrán también perfiles individuales detallados sobre ti. Emplean estos perfiles para enviarte publicidad selectiva y para personalizar sus servicios con el fin de que quieras seguir usándolos. Aunque la mayor parte de la información que compartes en privado en estas plataformas sólo es accesible para tus amistades y para las propias empresas, una configuración por defecto mala y confusa puede hacer que parte de la información se haga pública o se comparta con terceros. Aquí es donde entran en escena los “corredores de datos” y las empresas de análisis de datos. Cambridge Analytica no es más que una de las muchas empresas dedicadas únicamente a acumular y vender datos de personas. Estas empresas recogen y combinan tanto los datos que hacemos públicos, como lo que nos “gusta” en Facebook, con cantidades ingentes de datos que producimos sin saberlo, desde nuestros registros de inscripción como votantes hasta nuestra conducta de navegación en la web. Esto les permite crear perfiles de personas cada vez más detallados. El rastreo de datos y la creación de perfiles en Internet puede ser perfectamente legítimo, pero también conlleva riesgos para los derechos humanos. Puede ser una amenaza para los derechos de los usuarios y usuarias a la privacidad, así como a la libertad de expresión, pues el temor a ser rastreados puede provocar cambios de comportamiento en Internet. También representa un riesgo de discriminación, pues las empresas —y los gobiernos— podrían abusar fácilmente de los análisis de datos para seleccionar a personas en función de su raza, religión, género u otras características protegidas.
Ahora que conoces los riesgos, decide qué información quieres compartir en adelante en las principales plataformas. Este es el momento de comprobar la configuración de privacidad de tus cuentas en las redes sociales: ¡repasar la cantidad de datos que han acumulado puede ser muy esclarecedor! Muchas plataformas tienen los medios para limitar el rastreo, simplemente no los activan por defecto. El truco es encontrar la configuración y desactivarla, si es posible. Un buen lugar para empezar es la “Comprobación de la configuración de privacidad” de Facebook (en cualquier página de Facebook, pulsa sobre el símbolo ? y ve a Comprobación de la configuración de seguridad), donde podrás chequear quién puede ver tus publicaciones y tu perfil, y todas las aplicaciones de terceros que tienen acceso a tus datos. Comprueba cuidadosamente la lista de aplicaciones y elimina todas las que no reconozcas. El escándalo de Cambridge Analytica se produjo por la capacidad de las aplicaciones de terceros en Facebook para acceder y compartir datos de los usuarios y usuarias. Desde entonces Facebook se ha visto obligado a limitar hasta qué punto pueden acceder a tus datos estas aplicaciones, pero es posible que estas normas cambien y sean más permisivas de nuevo en el futuro. También existe ahora una herramienta específica para comprobar si se han compartido tus datos con Cambridge Analytica. Google también tiene una “Revisión de privacidad” en https://myaccount.google.com/privacycheckup. Aquí tienes la opción de borrar información que ya se ha recogido y de impedir que Google guarde información sobre datos como tu historial de búsquedas, el de ubicaciones y tu actividad de voz y audio. Twitter no cuenta aún con una revisión de privacidad, pero puedes acceder a la página principal de Privacidad y Seguridad en: https://twitter.com/settings/safety y comprobar también la lista de aplicaciones que tienen acceso a tu cuenta en: https://twitter.com/settings/applications
Controlar la cantidad de datos que Facebook, Google y Twitter guardan sobre ti es importante, pero eso no les va a impedir ni a ellas ni a otras empresas rastrearte entre bastidores. Por tanto, el siguiente paso es empezar a usar servicios en línea que incorporan características de privacidad. DuckDuckGo es un motor de búsqueda que te permite buscar en Internet de forma anónima. Puede que creas que tu historial de búsquedas no cuenta como datos personales, pero las empresas lo usan para entender muchas cosas sobre ti, desde tus inquietudes médicas hasta tus trayectos diarios. DuckDuckGo no guarda ni comparte ninguna información personal cuando lo usas. Cuando pulsas en un enlace a través de DuckDuckGo, el sitio al que te dirige no sabe qué palabras has tecleado para encontrarlo. Privacy Badger es una aplicación desarrollada por la Electronic Frontier Foundation (EFF) que impide que te rastreen terceros cuando navegas en Internet. Puede impedir que Facebook y Google te rastreen cuando no estás en sus sitios web y también bloquea muchos de los anuncios y corredores de datos que te rastrean en secreto. También puedes cambiar de navegador. Dos alternativas que vale la pena tener en cuenta son Brave y Firefox. Brave es bueno bloqueando anuncios y rastreadores por defecto, mientras que para Firefox tienes que activar manualmente la “protección contra rastreo”. Si quieres bucear en los detalles técnicos sobre cómo funciona el rastreo y qué puedes hacer al respecto, el proyecto Yo y mi sombra de Tactical Tech tiene montones de consejos pormenorizados sobre cómo averiguar qué datos personales se están recolectando y cómo controlar tus datos.
Por último, estos consejos sólo se refieren a la gestión de datos en Internet: también deberías seguir estas seis buenas prácticas básicas para proteger tu privacidad en línea: https://www.amnesty.org/es/latest/campaigns/2016/10/really-practical-ways-to-protect-your-privacy-online/