Aunque los últimos sucesos en Siria se impondrán forzosamente en la primera visita oficial del secretario de Estado estadounidense Rex Tillerson a Moscú esta semana, éste también debe aprovechar la oportunidad para poner de relieve la terrible situación de los derechos humanos dentro de Rusia, ha declarado hoy Amnistía Internacional.

El secretario Tillerson se reunirá con su homólogo ruso Sergei Lavrov los días 11 y 12 de abril.

“Tanto Estados Unidos como Rusia deben aceptar su parte de culpa en el fracaso de la comunidad internacional a la hora de negociar el final del baño de sangre en Siria, y en concreto, instamos a ambos gobiernos a que aprovechen la reunión de esta semana para trabajar con miras a acabar con la larga parálisis del Consejo de seguridad de la ONU”, ha afirmado Sergei Nikitin, director de la oficina de Moscú de Amnistía Internacional.

“Sin embargo, durante su visita, el secretario Tillerson debe también plantear la cuestión de la amplia negación de los derechos humanos en Rusia. Las autoridades de este país son responsables de una impresionante lista de violaciones de derechos humanos, desde la prohibición de facto de los testigos de Jehová y el encarcelamiento de manifestantes pacíficos hasta la no investigación de la campaña de secuestros, torturas y homicidios de hombres homosexuales en Chechenia.”

“Si el secretario Tillerson no expone en la reunión de esta semana el lamentable historial de Rusia en materia de derechos humanos dentro del país, transmitirá el peligroso mensaje de que se pueden tolerar las violaciones por conveniencia política”, dijo T. Kumar, director de Relaciones Institucionales Internacionales de Amnistía Internacional Estados Unidos.

En los primeros meses de 2017, Rusia ha sido escenario de una preocupante nueva oleada de represión política desencadenada por una serie de leyes promulgadas el año pasado que limitan aún más los derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica.

El 26 de marzo fueron detenidas más de 1.000 personas que se manifestaban pacíficamente solamente en Moscú, y cientos más en otras ciudades, después de una de las mayores protestas celebradas en Rusia en los últimos años. Los tribunales multaron o condenaron a varios días de detención administrativa a muchos de los participantes. Durante las manifestaciones fueron detenidos arbitrariamente al menos 14 periodistas. Además, ese mismo día, la policía asaltó las oficinas de la Fundación Anticorrupción, grupo de la sociedad civil, y un tribunal ordenó posteriormente la prisión de 12 miembros de su personal por cargos falsos.

A finales de marzo, los tribunales encarcelaron o multaron a decenas de manifestantes tras una huelga nacional de conductores de camión rusos.

Según fuentes dignas de crédito, más de un centenar de hombres homosexuales de Chechenia fueron detenidos, torturados e incluso asesinados en una campaña aparentemente coordinada. Estos alarmantes secuestros y homicidios siguen una constante similar de desapariciones forzadas documentada en cientos de casos a lo largo de los años en Chechenia y otras repúblicas del Cáucaso Septentrional de Rusia. Casi ninguno de estos hechos se ha investigado de manera efectiva.

Muchas ONG de toda Rusia calificadas de “agentes extranjeros” han sido sometidas a hostigamiento, y Valentina Cherevatenko, fundadora y presidenta de la Unión de Mujeres del Don, se convirtió en la primera persona objeto de un enjuiciamiento criminal por violar la “ley sobre agentes extranjeros”.

Tras los cambios legislativos del año pasado, que prohíben cualquier forma de actividad misionera fuera de lugares expresamente designados, el Ministerio de Justicia ha pedido que la sede nacional de los testigos de Jehová, así como las de sus 395 organizaciones regionales, sean declaradas “organización extremista” y clausuradas.

“El secretario Tillerson ya se mostró reticente a reconocer las violaciones de derechos humanos de las autoridades rusas durante su comparecencia ante el Senado para su ratificación en el cargo”, declaró Sergei Nikitin.

“Al mismo tiempo que es absolutamente vital que aproveche esta reunión con su homólogo ruso para tomar medidas para acabar con el sufrimiento del pueblo sirio, las cuestiones geopolíticas no pueden ocultar la realidad de la terrible situación de los derechos humanos dentro de Rusia”, concluyó T. Kumar.

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