En esta torre de vigilancia a la entrada de la ciudad de Stare Kiejkuty, en Polonia, se ubicó presuntamente una prisión secreta de la CIA entre los años 2002 y 2003. Todo indica que, en ese lugar, el Gobierno de Polonia permitió al de Estados Unidos mantener detenidas ilegalmente a personas que serían sometidas a torturas y malos tratos antes de ser enviadas a Guantánamo. En marzo de 2008, el fiscal general polaco abrió una investigación sobre la vergonzosa implicación de Polonia en el programa de detenciones ilegales de la CIA. Pero la investigación ha sido muy hermética y apenas se ha permitido a las víctimas participar. Hoy por hoy, estos crímenes permanecen impunes.Desde Amnistía Internacional hemos puesto todos los medios a nuestro alcance para presionar a Polonia, que desde julio ostenta la presidencia de la Unión Europea, para que rinda cuentas por las violaciones de derechos humanos cometidos en su territorio. Puedes apoyar
aquí nuestra petición. La tortura y los malos tratos están absolutamente prohibidos por el derecho internacional. Las víctimas y sus familias tienen derecho a conocer la verdad, obtener justicia y reparación.