La inagotable espiral de violencia y represión durante manifestaciones en Venezuela está sumergiendo al país en una crisis de difícil retorno que amenaza la vida y la seguridad de la población, dijo Amnistía Internacional tras informes de al menos dos personas muertas y numerosas heridas y detenidas durante manifestaciones en todo el país hoy.
Las autoridades Venezolanas confirmaron que Paola Ramírez de 23 años y Carlos Moreno de 17 años fueron asesinados en San Cristóbal, Táchira y Caracas respectivamente por impactos de bala.
“Salir a la calle en un día de manifestación en Venezuela no debería ser una sentencia de muerte,” dijo Erika Guevara-Rosas, Directora para las Américas de Amnistía Internacional.
“La trágica combinación de creciente violencia, represión descontrolada y falta de acción por parte de las autoridades para garantizar la libertad de expresión y la justicia es una receta tóxica que no hace más que perpetuar la violencia.”
“Las autoridades venezolanas deben garantizar el derecho de la población de salir a la calle a expresar sus opiniones pacíficamente y, de manera urgente, investigar todas las denuncias de abusos a los derechos humanos cometidas durante las manifestaciones.”
En la víspera de la manifestación, el gobierno anunció el "Plan Zamora", un mecanismo de seguridad que despliega a las fuerzas policiales y militares conjuntamente con civiles para
“preservar el orden interno”.
“El ‘Plan Zamora’ hace un llamado a civiles a usar la fuerza para la que no están legitimados. Esta es una clara receta para el desastre. Este llamado es especialmente preocupante dadas las reiteradas denuncias de abusos por parte de grupos civiles armados,” dijo Erika Guevara-Rosas.