El traslado a prisión de dos líderes de la oposición en Caracas anoche es un signo revelador que la administración de Maduro está desesperada en silenciar toda forma de critica mientras que la crisis política y humanitaria en el país está llegando a un punto de quiebre, dijo Amnistía Internacional.
“La administración de Maduro está enviando un mensaje aterrador a toda la gente en Venezuela: la disidencia no será tolerada de ninguna forma,” dijo Erika Guevara-Rosas, Directora para las Américas de Amnistía Internacional.
En la madrugada, oficiales de los servicios de inteligencia venezolanos se llevaron a Leopoldo López, líder del partido de oposición Voluntad Popular y a Antonio Ledezma, alcalde de Caracas de sus casas sin una orden. Ambos habían sido transferidos a arresto domiciliario por razones de salud.
“El reloj está corriendo y el tiempo se está acabando para que las autoridades en Venezuela den un decisivo giro de 180 grados en cuanto a la forma en la que abordan la libertad de expresión. Las consecuencias de no hacerlo serían, simplemente, aterradoras.”
Leopoldo López, prisionero de consciencia, estaba sirviendo cargos de incitación a la violencia durante protestas en contra del gobierno en el 2014 y Antonio Ledezma fue arrestado por conspiración en 2015.
“El gobierno venezolano debe garantizar que ambos tiene acceso a sus abogados y que todas las normas del debido proceso sean respetadas.”
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