Amnistía Internacional pide a los jefes de Estado del continente americano a redoblar su compromiso con los derechos humanos durante la VI Cumbre de las Américas, la cual tendrá lugar el 14 y 15 de abril de 2012 en Cartagena de Indias, Colombia. Para lograr una prosperidad real y sustentable es condición indispensable el total respeto a los derechos humanos de todas y todos a nivel regional.En la región más desigual del mundo, individuos, defensoras y defensores de derechos humanos, organizaciones de la sociedad civil y pueblos indígenas continúan exigiendo respeto a sus derechos y muchas veces estas acciones los ponen en conflicto con poderosos intereses económicos y políticos. Por este motivo, Amnistía señala como temas imprescindibles para la VI Cumbre de las Américas los derechos de los pueblos indígenas, la violencia contra las mujeres y las niñas, la situación de las defensoras y los defensores de derechos humanos, la lucha por la justicia y la situación del Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH).La VI Cumbre de las Américas tendrá lugar en vísperas de la emisión de importantes decisiones del SIDH en relación con los derechos de los pueblos indígenas. Por ejemplo, comunidades indígenas de Ecuador y Canadá han recurrido al SIDH ante la falta de respuesta adecuada por parte de sus Estados. Las resoluciones del SIDH sobre estos casos pueden fortalecer la jurisprudencia interamericana relativa al derecho a la consulta, al consentimiento libre, previo e informado, al acceso a la justicia y a la reparación. El respeto de los derechos humanos que el SIDH protege y el fortalecimiento del Sistema mismo son fundamentales para avanzar hacia la prosperidad de las Américas, para que la sociedad civil en su totalidad reclame y defina cuál es la prosperidad que se quiere y para asegurar que este reclamo no se utilice para la consolidación de mayores desigualdades en la región.Amnistía, además, declara que no obstante algunos avances en materia de legislación y mecanismo para combatir la violencia contra las mujeres y las niñas, es necesario seguir avanzando hacia la equidad de género y la lucha contra todo tipo de discriminación. En este sentido, son una prioridad impostergable los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las niñas en las Américas, como por ejemplo la imperante necesidad de proteger el derecho de las mujeres a decidir de manera libre e informada sobre cuándo desean tener hijos e hijas y cuántos, sin coacción o discriminación tal como ha sido establecido en los tratados regionales e internacionales de derechos humanos.Asimismo se siguen documentando amenazas y asesinatos de defensores y defensoras de derechos humanos y la consolidación o preservación de mecanismos de impunidad. Esto está así reflejado en el reciente informe de la CIDH, en el cual se recogen temas de especial preocupación sobre la situación de quienes defienden los derechos humanos en el hemisferio y se reafirman y avanzan estándares para su protección integral. Los jefes de los Estados americanos son llamados a fortalecer o crear mecanismos nacionales para la protección pronta y efectiva de las defensoras y los defensores de derechos humanos cuya vida o integridad están en peligro.Considerando que miles de víctimas y familiares han visto en el SIDH la única posibilidad de proteger sus derechos y obtener justicia, cuando la misma es negada a nivel interno, proteger la integridad e independencia del Sistema Interamericano es una condición indispensable para que la "prosperidad" y el goce efectivo de los derechos de todas las personas en el hemisferio sea una realidad sin exclusiones o discriminaciones.Teniendo en cuenta que el lema de la Cumbre es "Conectando las Américas: Socios para la Prosperidad", Amnistía Internacional recuerda a los jefes de Estado que una prosperidad real, sustentable y sin discriminación sólo puede ser alcanzada a partir del total respeto a los derechos humanos de todas y todos los habitantes del continente.El documento
"Conectando las Américas. Prosperidad con respeto a los derechos humanos" explora algunos de los principales desafíos de derechos humanos en la región, incluyendo los abusos contra los pueblos indígenas, la violencia contra mujeres y niñas, ataques contra defensores y defensoras de derechos humanos y las criticas por parte de varios gobiernos al sistema Interamericano de derechos humanos.