Las autoridades iraníes deben detener todas las ejecuciones previstas en los próximos días, ha declarado Amnistía Internacional, tras saberse que hasta 23 personas podrían estar en peligro inminente en lo que la organización teme que podría anunciar un aumento de las ejecuciones en el país.En los últimos días han sido trasladados 22 presos condenados a muerte, entre los cuales hay al menos cinco ciudadanos afganos, cuya ejecución está prevista el 8 de septiembre.Se cree que la mayoría han sido condenados por delitos relacionados con las drogas.Al parecer, otro preso, Gholamreza Khosravi Savajani, de 50 años, que fue condenado a muerte en 2010 por "enemistad contra Dios" (moharebeh) en relación con su presunto apoyo a la Organización Muyahidín del Pueblo de Irán -condena confirmada posteriormente por el Tribunal Supremo el 21 de abril de 2012- será ejecutado el 10 de septiembre."Pedimos a Irán que conmute la pena de muerte a todos los presos condenados a la pena capital, pues consideramos que esta pena definitiva constituye una violación del derecho a la vida", declaró Anne Harrison, directora adjunta del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional."Además, en virtud del derecho internacional, la pena de muerte sólo puede aplicarse a las 'consecuencias más graves', que deben ser 'crímenes intencionados con consecuencias letales u otras consecuencias de suma gravedad'. Ni el apoyo a un grupo político ni los delitos relacionados con las drogas cumplen este criterio."Según la información recibida por Amnistía Internacional, desde el 6 de septiembre de 2012, 22 condenados a muerte han sido trasladados a la prisión de Evín para ser ejecutados, 17 de ellos desde la Sección 2 de la prisión de Ghezel Hezar.A sus familias les dijeron que los visitaran hoy por última vez.Otros cinco presos, todos ellos ciudadanos afganos, fueron trasladados también desde la prisión de Ghezel Hezar al mismo tiempo hasta un lugar desconocido -posiblemente la prisión de Rajai Shahr- para ser ejecutados.Es probable que las ejecuciones se lleven a cabo el 8 de septiembre de 2012, pues según las fuentes, es frecuente que los condenados a muerte sean trasladados 48 horas antes de la ejecución.A Amnistía Internacional le preocupa también el hecho de que Gholamreza Khosravi Savajani -que según informes fue sometido a torturas y otros malos tratos, aparentemente por negarse a "confesar" mientras estaba bajo custodia en un centro de detención del Ministerio de Inteligencia en Kerman, en el sur de Irán- no recibiera un juicio justo, e insta a las autoridades iraníes a que le sometan a un nuevo juicio."Estas denuncias de tortura y otros malos tratos deben investigarse de forma inmediata e imparcial, y toda persona hallada responsable de abusos debe comparecer ante la justicia. Además, Savajani debe ser juzgado de nuevo en unas actuaciones que cumplan los criterios internacionales de imparcialidad procesal, sin recurso a la pena de muerte."Gholamreza Khosravi Savajani fue detenido en 2008 en Rafsanjan, provincia de Kerman, en relación con su presunto apoyo a la emisora de televisión Sima-ye Azadi (Voz de la Libertad), favorable a la Organización Muyahidín del Pueblo de Irán.Fue condenado a seis años de prisión, tres de ellos suspendidos.No obstante, la condena suspendida de tres años fue ejecutada posteriormente, tras una apelación del Ministerio de Inteligencia, lo que elevó su condena total a seis años de prisión.Con posterioridad fue condenado a muerte en otras actuaciones judiciales, que incluyeron dos nuevos juicios, tras ser declarado culpable de un nuevo cargo de "enemistad contra Dios" (moharebeh) por sus presuntos vínculos con la Organización Muyahidín del Pueblo de Irán.Savajani está en la prisión de Evín de Teherán desde julio de 2011 y, según informes, su condena a muerte se ejecutará el 10 de septiembre de 2012, aunque no ha recibido notificación oficial al respecto.Se cree que desde su detención en 2008 Savajani ha estado más de 40 meses en régimen de aislamiento en diversos centros de detención.Nueva oleada de ejecuciones en IránEstos preocupantes informes indican que podría estar desencadenándose una nueva oleada de ejecuciones en Irán, una vez finalizados tanto el mes sagrado musulmán del Ramadán como la cumbre del Movimiento de Países No Alineados celebrada recientemente en Teherán, periodo en el cual hubo un paréntesis en las ejecuciones.Según informes, el 3 de septiembre de 2012 fueron ahorcados tres hombres, dos de ellos hermanos. Los tres habían sido trasladados desde la prisión de Ghezel Hezar, donde no hay instalaciones para la ejecución, a la prisión de Gohar Dasht, en Karaj, cerca de Teherán.Los informes indican que el 5 de septiembre fueron ejecutados otros tres hombres en la prisión de Evín.En lo que va de año, las autoridades iraníes han reconocido la ejecución de al menos 182 personas, 35 de ellas en público. Amnistía Internacional ha recibido informes fiables sobre otras 100 ejecuciones que no han sido reconocidas oficialmente, en su mayoría de personas condenadas por delitos relacionados con las drogas.Las autoridades iraníes recurren en numerosas ocasiones a la imposición de la pena de muerte; según fuentes oficiales y no oficiales, en 2011 hubo más de 600 ejecuciones en el país.En la cumbre del Movimiento de Países No Alineados celebrada recientemente en Teherán, el secretario general de la ONU Ban-Ki Moon instó a los líderes mundiales a que promovieran y protegieran los valores consagrados en la Carta de la ONU y en el artículo 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que establece que toda persona tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.En noviembre de 2011, el Comité de Derechos Humanos de la ONU, que vigila el cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, expresó en sus Observaciones finales su preocupación por el número de penas de muerte impuestas y ejecutadas en Irán. El Comité afirmó que las autoridades iraníes "debe[n] considerar la posibilidad de abolir la pena de muerte o, al menos, de revisar el Código Penal para limitar la imposición de la pena de muerte únicamente a los 'delitos más graves'".