Transcurrido un año desde el homicidio de la defensora de los derechos humanos y concejala de Río de Janeiro Marielle Franco y de su conductor, Anderson Gomes, las autoridades brasileñas no han ofrecido aún respuestas adecuadas a sus familias ni a la sociedad, y su incapacidad para identificar a los responsables y llevarlos ante la justicia continúa poniendo a otros defensores y defensoras de los derechos humanos en situación de riesgo. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional hoy.
“Tras un año de investigación, la incapacidad de las autoridades brasileñas para resolver el homicidio de Marielle Franco transmite el mensaje de que los ataques contra defensores y defensoras de los derechos humanos quedarán impunes”, ha señalado Erika Guevara Rosas, directora de Amnistía Internacional para las Américas.
Marielle Franco y Anderson Gomes murieron por disparos efectuados contra ellos cuando su vehículo pasaba por el barrio carioca de Estadio el 14 de marzo de 2018 por la noche. Información revelada por las autoridades y descubierta por la prensa hace temer que la investigación no haya seguido eldebido proceso y se haya visto influida por injerencias externas.
Amnistía Internacional pide a las autoridades brasileñas que respeten el debido proceso y designen un equipo externo e independiente de expertos para hacer un seguimiento de la investigación y examinar toda posible negligencia, irregularidad o injerencia indebida. Las autoridades deben también tomar todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los testigos del homicidio y de las familias de Marielle Franco y Anderson Gomes de acuerdo con sus necesidades y deseos específicos.
“Un año después de la muerte de Marielle Franco, es evidente que fue un homicidio selectivo, cuidadosamente planeado y ejecutado y en el que es probable que participaran de algún modo agentes del Estado”, ha afirmado Jurema Werneck, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Brasil.
“Las autoridades brasileñas deben garantizar el derecho de las familias de Marielle Franco y Anderson Gomes a la verdad, la justicia y la reparación. No descansaremos hasta que se haga justicia.”
Brasil es uno de los países más mortales del mundo para los defensores y defensoras de los derechos humanos. Como ha documentado Amnistía Internacional anteriormente, las autoridades brasileñas tienen un pésimo historial en lo que se refiere a la investigación de homicidios de defensores ydefensoras de los derechos humanos y de homicidios con agentes de policía implicados.
Amnistía Internacional ha movilizado en el último año a centenares de miles de personas de todo el mundo en demanda de justicia para Marielle. Margaret Huang, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Estados Unidos, visitará Brasil del 11 al 14 de marzo, cuando se cumple un año del homicidio, para recordar a las autoridades brasileñas que el mundo está vigilando y no descansará hasta que se haya resuelto el caso.
Amnistía Internacional insta a la comunidad internacional, incluidos los gobiernos y las organizaciones intergubernamentales, a dirigirse a las autoridades brasileñas para pedirles que identifiquen a quienes ordenaron y cometieron el homicidio y los lleven ante la justicia para ser sometidos a unjuicio justo y que cumpla las normas internacionales.