Hoy se conmemora el primer aniversario de la detención de varias destacadas defensoras de los derechos humanos de Arabia Saudí, después de un año vergonzoso para los derechos humanos en el reino, en el que se ha atacado a activistas, periodistas, personalidades académicas y escritores y escritoras. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional hoy.
En el último año, los y las activistas saudíes, incluidas varias defensoras de los derechos humanos, han sufrido el terrible suplicio de la detención arbitraria, sin poder ver a sus seres queridos o hablar con ellos durante largos meses, y sin acceso a asistencia letrada. Las mujeres activistas también describieron con detalle ante el tribunal la tortura, los malos tratos y los abusos sexuales sufridos, y muchas de ellas se enfrentan ahora a una pena de prisión por ejercer su libertad de expresión y por su activismo pacífico.
“Hoy se conmemora un año de la vergüenza para Arabia Saudí. Hace un año, las autoridades empezaron a encerrar a algunas de las activistas más valientes del país, en lugar de celebrar codo con codo la adopción de medidas que deberían haber servido para promover los derechos de las mujeres en Arabia Saudí”, ha manifestado Lynn Maalouf, directora de investigación de Amnistía Internacional sobre Oriente Medio.
“Luego procedieron a detener a quienes seguían atreviéndose a defender a estas mujeres, promover los derechos de las mujeres en el país, o incluso cuestionar de cualquier modo las políticas de las autoridades.”
Loujain al Hathloul, Iman al Nafjan y Aziza al Yousef, destacadas activistas saudíes de los derechos de las mujeres, fueron detenidas el 15 de mayo de 2018, y desde marzo de 2019 están siendo juzgadas por su trabajo de derechos humanos.
Aunque Iman al Nafjan y Aziza al Yousef son dos de las siete mujeres puestas en libertad provisional en los últimos dos meses, Loujain al Hathloul y varias activistas más permanecen encarceladas. Nassima al Sada y Samar Badawi, defensoras de los derechos humanos, permanecen detenidas sin cargos desde julio de 2018 junto con decenas más de activistas. En abril de 2019, las autoridades intensificaron su represión contra quienes las critican, y detuvieron arbitrariamente al menos a 14 periodistas, escritores y escritoras, personalidades académicas y familiares de personas que defienden los derechos de las mujeres.
En noviembre de 2018, Amnistía Internacional reveló informes de tortura, malos tratos y abusos sexuales contra al menos 10 activistas que se encontraban bajo custodia desde mayo de 2018, y que incluían a varias defensoras de los derechos humanos. La organización pidió a las autoridades que permitieran el acceso de observadores independientes a los y las activistas detenidos.
“Este es también un día de la vergüenza para los aliados más cercanos de Arabia Saudí en Occidente, en concreto Estados Unidos, Reino Unido y Francia. En lugar de dar prioridad a los acuerdos comerciales y las ventas de armas, estos países deberían mostrarse intransigentes —y hacerlo públicamente— a la hora de presionar a las autoridades saudíes para que pongan en libertad inmediata e incondicional a todas las personas que están siendo castigadas por expresar sus opiniones pacíficamente”, ha manifestado Lynn Maalouf.
Unos meses después de la oleada de detenciones de activistas de los derechos de las mujeres, las autoridades saudíes intensificaron su represión de la disidencia, tal como se manifestó en las peticiones del Ministerio Público de que se ejecutara a clérigos religiosos y activistas chiíes juzgados ante el tribunal antiterrorista por cargos relacionados con el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión, asociación y reunión. Uno de los que están siendo juzgados es el destacado clérigo Sheikh Salman al Awda, acusado de 37 cargos, entre los que se encuentran su afiliación a la Hermandad Musulmana y sus llamamientos al gobierno para que introduzca reformas.
A finales de abril de 2019, las autoridades llevaron a cabo también la ejecución colectiva de 37 hombres, la mayoría de los cuales pertenecían a la minoría chií de Arabia Saudí y fueron ejecutados tras juicios injustos. Al menos 15 hombres ejecutados el mes pasado fueron condenados a muerte sobre la base de “confesiones” obtenidas, según afirmaron, mediante tortura. Uno de ellos era un joven declarado culpable de un delito presuntamente cometido cuando él era menor de 18 años.
Únicamente en 2019, las autoridades saudíes han ejecutado al menos a 110 personas.
Información complementaria:
En el primer aniversario de las detenciones, Amnistía Internacional reitera su llamamiento a sus simpatizantes de todo el mundo para que sigan actuando en favor de los y las activistas detenidos hasta que queden en libertad incondicional.
A lo largo del último año, más de 280.000 personas han manifestado su solidaridad con las defensoras de los derechos humanos y activistas de Arabia Saudí mediante la firma de peticiones y el envío de cartas a las autoridades saudíes pidiendo su liberación.
El miércoles 15 de mayo, Amnistía Internacional Reino Unido y la organización de campaña centrada en Arabia Saudí ALQST celebrarán un evento para conmemorar el primer aniversario de la detención del grupo de activista de los derechos de las mujeres. Si desean más detalles, pónganse en contacto con: www.amnesty.org.uk/amnesty-media-team