(Lima, 31 de agosto de 2021). La provincia de Espinar, Cusco, sigue siendo el epicentro de una crisis de salud pública que amenaza la vida de miles de personas. En el informe “Estado de salud fallido: Emergencia de salud en pueblos indígenas de Espinar, Perú”, publicado en mayo de 2021, Amnistía Internacional encontró altos niveles de sustancias tóxicas como arsénico, plomo, mercurio, cadmio y manganeso en 117 personas, de una muestra de 150 personas en Espinar. Este hallazgo se sumó a evidencias oficiales que dan cuenta de la grave crisis sanitaria que atraviesa Espinar hace más de una década.
A fines de 2020, la Corte Superior de Justicia de Cusco emitió una sentencia inapelable mediante la cual ordenó al Ministerio de Salud implementar una Estrategia de Salud Pública de Emergencia Sanitaria para Espinar. A mediados de 2021, la Gerencia Regional de Salud de Cusco elaboró un plan para atender la crisis, pero sin consultarlo con las comunidades afectadas.
“Para enfrentar la crisis de salud que atraviesa Espinar es necesario que el plan de atención se desarrolle con la participación de la población afectada y sea multisectorial, pues es la forma más efectiva de resolver esta crisis y atender a las miles de personas que hoy están padeciendo la contaminación por metales pesados”, dijo Marina Navarro, directora de Amnistía Internacional Perú, remarcando que este plan debe definir con claridad la población a la cual se dirige y apuntar a eliminar los factores que producen la contaminación.
Pero el riesgo de exposición a metales pesados y a otras sustancias tóxicas va más allá de Cusco y alcanza aproximadamente a 10 millones de personas; es decir, en Perú, una de cada tres personas está expuesta a este riesgo y a sus consecuencias en la salud.
Para sensibilizar a la población sobre la situación sanitaria que se vive en Espinar y en todo el país, activistas de Amnistía Internacional, junto a grupos de artistas como Yuyachkani, Parió Paula y Lucha y Tambo, han intervenido plazas de Lima y Cusco para representar, desde el arte, los procesos de contaminación con metales pesados en el agua, tierra y aire en Espinar, así como sus impactos en la vida de miles de personas. Desde estos espacios simbólicos, que vienen sumando cada día más voces ciudadanas, se denuncia la inacción y desidia de las autoridades, y se exige atención inmediata e integral para las personas afectadas.
Cabe señalar que el informe de Amnistía Internacional ha documentado también otras condiciones precarias que enfrenta la población de Espinar, como la falta de acceso a agua potable y la contaminación ambiental. Estos factores, sumados a la crisis provocada por la COVID-19, coloca a esta población en una situación de extrema vulnerabilidad y riesgo. Los metales tóxicos son altamente peligrosos para la salud humana y pueden dañar casi todos los órganos del cuerpo, transmitirse a fetos y causar cáncer.
Las comunidades campesinas e indígenas en diferentes regiones del Perú están siendo afectadas por metales y otras sustancias tóxicas. Esto ha debilitado la salud de las personas, generando graves afectaciones a sus derechos humanos, al goce de buena salud, integridad física, y afectando gravemente la vida de mujeres, hombres, niñas y niños de estas zonas.
Espinar es uno de los territorios donde se encuentran comunidades afectadas. Amnistía Internacional ha llevado a cabo una investigación en 11 comunidades indígenas en esta provincia, junto a expertos de laboratorios contratados. El equipo de investigación tomó muestras de sangre y orina a 150 personas voluntarias de las comunidades. De las 150 personas analizadas, 78% (117 personas) tuvieron niveles elevados de plomo, arsénico, cadmio, mercurio y/o manganeso. Los niveles de metales y sustancias tóxicas en los participantes del estudio que evidencian el riesgo para la salud al que están expuestas las comunidades campesinas e indígenas de Espinar.
De las 150 personas estudiadas Espinar:
Por ello, PEDIMOS AL ESTADO PERUANO:
Hagamos que Espinar y todas las comunidades afectadas tengan una real atención en salud humana y ambiental. ¡Únete!